Con el respaldo de todos los grupos parlamentarios, se presentó en el Senado una reforma a la Ley Federal del Trabajo para que quien busque contar con los servicios de trabajadoras del hogar tenga que contratarla por escrito y pagarle prestaciones.
La iniciativa, presentada por senadoras como Xóchitl Gálvez, del PAN; Patricia Mercado, de Movimiento Ciudadano; Claudia Ruiz Massieu, del PRI; Citlalli Hernández, de Morena, entre otros, propone que sea obligatorio un contrato en el que se especifique la periodicidad de los pagos, horas de trabajo y el pago de prestaciones como la prima vacacional, pago de días de descanso, acceso a seguridad social y aguinaldo.
Esta reforma contempla que esté expresamente prohibida la contratación de personas menores de 15 años, y en el caso de adolescentes con más de 15 años, que sus jornadas laborales no excedan las seis horas diarias ni las 36 horas a la semana.
En el caso de las personas mayores de edad, se propuso que sólo trabajen ocho horas diarias y cuando se exceda ese tiempo se consideren como horas extra, con su correspondiente pago. Para quienes residan en el domicilio donde trabajan, se tendrá que especificar por contrato el suministro de alimentos y alojamiento, cuando este esté dentro del acuerdo.
La senadora Xóchitl Gálvez señaló que es necesario un marco legal adecuado, una condición mínima indispensable para terminar con los tintes de esclavitud vigente: “Terminemos con las normas que imprimen tintes de superioridad e inferioridad entre empleada y patrón o patrona”.
Las legisladoras reconocieron que desde hace dos décadas, las trabajadoras del hogar organizadas han reclamado garantías para sus derechos laborales, incluidos en el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, suscrito por México en 2011, pero que no ha sido enviado por el presidente para su ratificación por el Senado.
“Esta iniciativa es un paso muy grande para poner en situación de igualdad a las trabajadoras del hogar, que hoy viven una situación de excepción en la ley, que no pueden acceder a todos los derechos”, dijo Patricia Mercado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), para el primer trimestre de 2018, había 2 millones 248 mil 814 personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado —90 por ciento mujeres—, considerando el servicio doméstico remunerado de los hogares como empleo informal, pues se realiza bajo modalidades en las que se elude el registro ante la seguridad social.