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Corre el Run Rún

La capacidad de negociación del presidente de la Federación de Sindicatos al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala Almeida, quedó de manifiesto al lograr que el gobierno federal pagara 12 mil 100 pesos de vales de fin de año y 3 mil pesos de bono sexenal a cada trabajador.

El logro no es menor, toda vez que representa una derrama económica cercana a los 30 mil millones de pesos o unos 1500 millones de dólares en beneficio de casi 2 millones de trabajadores al servicio del Estado. Al pagarlos en vales, impiden que les apliquen impuestos.

Para la gran mayoría de los burócratas, los vales de fin de año se han convertido en una de las más valoradas prestaciones económicas, toda vez que sumada a los 40 días de aguinaldo-y este año al bono sexenal-, les permite enfrentar con holgura las fiestas navideñas.

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Los vales navideños como el bono sexenal, fueron logrados por la FSTSE en el último año del gobierno de Ernesto Zedillo, cuando los trabajadores del gobierno del Estado salieron incluso a las calles -uno de los sindicatos más activos fue el de la Secretaría de Economía, encabezado por José Guzmán-, hasta que alcanzaron su objetivo.

En el gobierno de la Ciudad de México, los trabajadores están en la incertidumbre respecto al bono sexenal, debido a que su cuestionado dirigente sindical, Juan Ayala Rivero mantiene una actitud apática para pelear su pago, con el argumento que desde hace años les fue cambiada por una supuesta canasta de 900 pesos mensuales.

Cada trabajador del gobierno de la ciudad recibirá 50 pesos menos en vales navideños, consecuencia de la actitud entreguista y servil que Ayala Rivero -sin ningún parentesco con el presidente de FSTSE- mantuvo con Miguel Ángel Mancera, y por lo que se ve no puede superar.

El dirigente del SUTGCDMX está más preocupado en encontrar la fórmula para desgastar al Frente Democrático que le exige la renuncia por haber entregado los intereses de los trabajadores al PRD, en su obsesión de ser diputado local, dejándolos sin interlocución en el entrante gobierno de la doctora Claudia Sheinbaum.

En las próximas semanas se conocerán los negocios que el dirigente sindical de los trabajadores de la ciudad ha hecho al amparo de la representación que ostenta y que incluyen, dicen los que saben, varias zapaterías. Su discurso disque progresista, es fachada, pose de un demagogo que entre sus pendientes tiene que aclarar la relación comercial que mantiene con Grupo Cantón y que con dinero de las cuotas sindicales, difama a sus opositores.

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Mario Alberto Huesca Rodríguez ha externado a sus cercanos -y no tan cercanos-, su certeza que formará parte del equipo del director general entrante del ISSSTE, Luis Antonio Ramírez Pineda, aun cuando no está seguro de mantenerse en la Delegación Sur de la CDMX. Su seguridad obedece a que fue cercano del grupo de Sebastián Lerdo de Tejada (qepd), del que proviene también el hijo del ex gobernador de Oaxaca, Heladio Ramírez.

Hablando de delegados regionales del ISSSTE en la CDMX, ¿cuál de las dos delgadas mujeres peca de exceso de frivolidad al postear en sus redes sociales, fotos de sus viajes en el extranjero, como en París?

Es la misma delegada regional que en plena transición ha ingresado a trabajar a áreas a su cargo, a familiares, con lo que incurre en nepotismo, sancionado por la Ley Administrativa de Responsabilidades.

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