Es inaplazable trasformar a fondo el mundo laboral para generar más y mejores empleos, fortaleciendo los centros de trabajo, públicos y privados, con una renovada relación justa entre los factores de la producción, combatiendo los viejos y añejos vicios de malos empresarios, funcionarios corruptos y líderes venales. Terminado con la simulación, la corrupción y las injusticias laborales.
Modificar el 354, de la Ley Federal del Trabajo, que contempla el derecho de los trabajadores y patrones, de la formación de coaliciones para la defensa de sus intereses, sin que requieran reconocimiento de ninguna autoridad.
Modificarlo para que estas coaliciones, en el caso de los trabajadores, sean permanentes y puedan constituirse en cada centro de trabajo, con voto secreto y directo, reconociendo su personalidad jurídica, para administrar, sus relaciones laborales y sindicales, de manera totalmente independiente, con plena libertad para afiliarse sindicalmente, con las organizaciones locales, nacionales e internacionales.
Debe pugnarse por fortalecer los liderazgos auténticos y las organizaciones sindicales que cumplan su papel, así como los empresarios y funcionarios públicos, que quieran realmente cuidar y mejorar sus centros de trabajo, sin interferencias de personas ajenas.
La Secretaría del Trabajo y Prevención Social, cumplirá mejor su función, verificando el cumplimiento de la ley, dentro de los procesos laborales y sindicales.
Las coaliciones podrán constituirse, presentando el acta constitutiva, la razón y nombre del centro de trabajo, padrón de los trabajadores y la verificación de un representante de la autoridad, que será solicitado previamente por los trabajadores, y la obligación de informar periódicamente de los procesos laborales y sindicales.
Los sindicatos existentes, se fortalecerán, con la formación de estas coaliciones, que pretenden democratizar desde la base al sindicalismo. Los empresarios y funcionarios de unidades económicas y de servicios públicos, tendrán con estas medidas, oportunidad de mejorar las condiciones de sus centros de trabajo, resolver de manera directa, sin intermediarios externos, sus procesos internos.
Es prioritario abrir la consulta pública para estas modificaciones, debatir la necesidad de instrumentar jurídica y operativamente, para hacer realidad la Justicia laboral y la democracia sindical. Las titularidades de los contratos colectivos de trabajo, serán ejercidos directamente por los trabajadores de cada centro de trabajo y en el caso de la construcción o actividades temporales, las coaliciones, le pondrán fin a la explotación, los abusos y las injusticias contra los trabajadores.
Habrá que explorarse el tema de los taxistas, de los no asalariados, y algunas otras actividades, que requieran un tratamiento acorde a sus circunstancias.
La nueva administración pública, podrá contar con miles de jóvenes de bachillerato, centros de educación media superior, activistas, abogados, activistas de derechos humanos, funcionarios, partidos políticos etc., para instrumentar una gran campaña, para que los trabajadores asuman su responsabilidad, en una política laboral de verdadera trasformación, logrando abatir la desigualdad social, elevar los niveles educativos y de capacitación técnica, social y política de millones de trabajadores, combatiendo la inseguridad pública, fomentando la cultura y el deporte, saneando el medio social.
Cumpliendo cabalmente con el convenio 98 de la OIT y con los compromisos de los convenios comerciales internacionales, recientemente suscritos con Canadá y Estados Unidos de Norteamérica.