La transparencia y rendición de cuentas en la Sección 21 del SUTGCMDX fue borrada a base de silbatazos, matracazos y gritos de un nutrido grupo de incondicionales que al grito de: “¡Convocatoria, convocatoria¡”, pulverización los estatutos de la organización que establecen la obligación de los secretarios a informar a detalle sobre el estado que guardan las finanzas y labores de sus respectivas secciones.
Convocada para el jueves 5 de junio en el Teatro de la República de la sede sindical de Antonio Caso 48, la Asamblea en la que Miguel Ángel Reyes Guerrero–el mismo al que el Diario Reforma captó operando el fraude electoral a favor de la derrotada Alejandra Barrales–, debería rendir su informe de laborales, se convirtió en un escenario montado para justificar su tercera reelección pero no para cumplir a cabalidad con el informe a sus bases del que está obligado.
Solo 20 minutos bastaron a Reyes Guerrero para entregar su “informe de labores”, una delgadísima carpeta engargolada de color amarillo –semejante a los trabajos escolares de la secundaria–, pedir licencia y lanzarse en pos de su tercera reelección, teniendo como parte de su montada escenografía a Rafael Torres Correas, Secretario de Organización de la Sección 31.
Haciendo las veces de animador y maestro de ceremonias, Correas dijo que las actividades iban a ser: informe de actividades y lanzamiento de convocatoria, sin embargo, en segundos, preguntó a la gente ahí presente : ¿informe de actividades o el lanzamiento de convocatoria?
Y las estudiadas porras surgieron desde las gradas. Inmediatamente las personas ahí reunidas, mujeres y hombres, adultos mayores e incluso algunos menores de edad, levantaron la mano y comenzaron a gritar ¡¡CONVOCATORIA, CONVOCATORIA!¡
La reportera de RS, que logró introducirse al salón bajo elcamuflaje de simpatizante y agitando una banderita, fue la única reportera presente en la grotesca parafernalia democrática donde la “transparencia” es realmente una burla a los más de 4 mil agremiados de la Sección 21.
Ahí dentro, todos como sardinas y muriendo de calor, dieron lectura no al informe de labores de Reyes Guerrero sino a las XVII bases que fungen en la convocatoria.
Al término de dicha lectura Reyes Guerrero, tomó el micrófono y tal y cuándo un mesías aparece todos los presentes –menos los verdaderos trabajadores de base, ausentes claro está–, comenzaron a aclamar su nombre más por imposición que por gusto.
Una vez consumado el aparente acto de apoyo, de inmediato volvió a tomar el micrófono Torres Correas e insistentemente solicitó que no se retiraran, que esperaran 40 ó 50 minutos para que firmaran y pudieran registrar a Guerrero claro, no le quedó de otra ( por educación, supongo) que añadir, casi al cierre del discurso: “sigamos con unidad, entusiasmo y la lucha” , (por que según él) van a beneficiar a todos los trabajadores del SUTGCDMX.
¡Claro! Eso dicen…
Afuera, la oposición (que vestía de blanco y café) encabezada por Julio César Vázquez, se encontraba de manera pacífica bailando y echando porras a su candidato, quienes en ningún momento agredieron a los “azules”, como según se voceaba en diversas bocinas del teatro.
Poco a poco se fue desalojando el teatro, saliendo la reportera de “puntitas” sin dejar de agitar su bandera para no ser descubierta. Y en pleno sol de mediodía, a los zares de la 21, se les antojó cerrar la calle de Antonio Caso y poner una consola y DJ para hacer una fiesta del supuesto“proceso democrático”.
Afuera del numero 46 y sobre la Avenida pusieron nada más y nada menos que tablones y dijeron, “ no se vayan compañeros, hagan unas filas y firmemos”…
La gente ya se veía cansada y a decir verdad, bajo el sol, pareciera que los ánimos por firmar no existían como tampoco el apoyo real a Reyes Guerrero
