Estoy desesperada, estoy en sequía de pasión, mi marido no me pela porque está en la fiebre mundialista.
Desde una semana antes de que iniciara el mundial me amenazó: vieja, esto va a estar bueno y entiéndelo, hoy lo más importante para mí es el fútbol, así que por favor respétame este tiempo y no me estés jorobando.
Está tan concentrado en el mentado juego que ya no me pela. Se levanta temprano y aunque puedo ver una erección entre sus calzones, prefiere tirarse al sillón y prender la televisión para no perderse un rato de juego antes de irse a trabajar.
No tiene ni un día para mí, para mis necesidades, pues los partidos bueno, según dice él están siendo transmitidos el fin de semana y pues yo, me quedo toda ganosa y frustrada.
Aunque los partidos son por la mañana no hay excusa para despegarse de la televisión, pues inevitablemente después de que acaba el partido pues sigue el resumen, los comentarios de los expertos, bajo la lupa del fútbol, todo de fútbol, comentamos de fútbol y por si esto fuera poco, también está lo que no vimos del fútbol, para pronto, todo el santo día mi hombre está pendiente del deporte de la patada.
Su futbolmanía es tanta, que incluso tengo que arriarlo para que se meta a bañar, está tan obsesionado con el mundial que incluso le cuesta trabajo decidir si debe bañarse o seguir mirando los detalles de las jugadas.
He intentado acercarme en las noches, me he puesto calzones diminutos para ver si logro despertar a su bestia interna, pero por mucho que le arrimo las pompas, no logro que se ponga caliente y me ataque sexualmente, esto, porque mientras le beso el cuello suavecito él lee algún periódico para ver qué dicen las encuestas, claro, las encuestas sobre fútbol.
El otro día se enojó mucho porque agarré su periódico para cambiar a los canarios, no sabía que lo uso para renovar el papel de la jaula; eran números y datos de jugadores lesionados, se enojó tanto que incluso me dejó de hablar por todo un día entero.
Sentí bien feo que me mal miraba y me castigaba con el látigo de su desprecio, que me viera feo a mí, a mí que le preparé un rico guacamole para acompañar sus nachos mientras veía su futbol, me puse furiosa y casi juro a mí misma que no volvía a ir por sus cervezas otra vez.
La verdad no sé qué hacer. Me gusta sentir a mi hombre en la intimidad, y aunque mis amigas me han aconsejado me masturbe, pues no quiero hacerlo porque temo que en una de esas y descubra que no necesito de mi macho para sentir rico.
Ana, mi comadre me dice que su marido anda igual de babosote frente al futbol, pero que tiene una táctica para lograr atraer la atención de su macho. Me explica que justo después de que acabe el partido le diga: gordo, vas a querer o se lo doy al gato. Ella dice que siempre le funciona y que de menos, un rapidín bien me puedo echar antes de que inicie el siguiente partido.
Necesito tu ayuda desesperadamente, requiero que me aconsejes sobre lo que tengo que hacer para quitarme las ganas, quiero saber si debo auto estimularme o de plano darle entrada a Juan el vecino que ya desde hace tiempo me tira el calzón.
Estoy sufriendo por la fiebre futbolera, agradezco que el Mundial solo pasa cada cuatro años, temo que mi hombre se vuelva más aficionado a este deporte y de plano me ignore para siempre porque siempre hay fútbol, siempre, después de la copa del mundo, viene la copa Concachampions, torneo de apertura, clausura, clásico de clásicos, torneo patito y torneo cua-cua.
Atentamente:
Laura
Estimada Laura:
Debes ser paciente y buscar la oportunidad de abordar adecuadamente a tu hombre. Es verdad que el deporte transforma a las personas, pero debo reconocer que el fútbol y especialmente el Mundial paraliza a naciones enteras.
Es verdad que todo el tiempo hay fútbol, pero existe la oportunidad de hacer algo interesante sexualmente hablando en el tiempo que quede libre. Habla con tu pareja y explícale tus ganas, dile que te gusta sentir su masculinidad y que debe ser atendida tu parte sexual.
Seduce a tu pareja, no creo que dar una sentencia como la que recomienda tu comadre sea la adecuada, más bien debes ser paciente, esperar la noche y lo puedes sorprender con algo de sexo oral, que tu boca despierte su libido.
Habla con tu hombre de frente, dile sin tapujos que necesitas de su colaboración en la cama, que él también lo disfrutará mucho. Si de plano no cede porque este enfrascado en el futbol, relájate y disfruta el momento a solas, masturbarte no es nada malo, te relajará y ayudará a que conozcas tu cuerpo.
No desesperes, sé paciente, total, la fiebre por el mundial está por terminar y pronto lloverá sobre las parcelas secas.
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